“ABRIENDO EL CORAZÓN”

“Una mirada a Jesús el gran misionero… nos ayudara a asemejarnos a él en algo” M. Margarita.

Este año la Misión nuevamente nos llamaba, a su vez, nos esperaba con las personas de las comunidades que se estaban preparando con un corazón abierto y lleno de alegría para vivir en comunión el misterio más grande de nuestra fe: la Vida-Misión, Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.

La Cuaresma nos preparó para sentir, escuchar y poder responder a esta llamada, llamada que fue acogida por las y los jóvenes de JUMMER, por las madres cristianas y algunas laicas, además de nosotras las MMB.

Este grupo de misioneras y misioneros, deseaban acompañar y dejarse acompañar por Jesús en toda esta experiencia y para ello tuvieron una preparación con un Retiro cuaresmal que les motivó a vivir con un sentido profundo el caminar hacia la Pascua de Jesús. En la preparación para Misión también hubo personas del pueblo viejano que apoyaron con víveres y recursos económicos, este gesto de compartir motivo aún más a los y las misioneras.

El domingo 28 de marzo, tuvimos una oración de Envío muy especial. En este espacio se les dio a conocer los nombres de las comunidades para la Misión y el grupo que iría a cada comunidad. Los grupos estuvieron conformados por tres jóvenes y una hermana MMB como responsable. Un grupo tuvo su experiencia en las comunidades de Los Pocitos, Los Limones y Palermo; otro grupo en la comunidad de Venezuela y otro en la comunidad de La Picota y Santo Domingo. Además hubo un grupo que desde El Viejo se dedicó a visitar algunas de las comunidades más cercanas como la Norwich, Zopilotepe y Santa Rosa en el Ingenio.

¡El día tan esperado llegó… Así es! Desde muy temprano del miércoles 1 de abril, las y los jóvenes llegaron al Centro Catequístico con mucha ilusión y entusiasmo. Cada grupo se puso en camino hacia las distintas comunidades. Iban preparados con alimentos para compartir con las familias en donde se quedarían durante estos Días Santos, así como también de materiales que ayudaran a nutrir el sentido de cada experiencia.

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Cada comunidad contaba con Catequistas y Delegadas/os de la Palabra, junto con ellas/os se vivieron los Días Santos organizando las celebraciones, visitando a las personas enfermas, motivando a las familias, a las niñas, niños y jóvenes a participar en las celebraciones. Cada persona, sin duda, mostraban el rostro de Jesús en todo cuanto hacían y tenían: sus caminatas de varias horas por el campo para participar en las celebraciones, el compartir entre ellas y ellos lo que de sus cosechas producían, el deseo de convivir en comunidad estos días que estaban cargados de un sentido profundo de fe que solo se hace especial celebrándolo en comunidad.

Tuvimos la oportunidad de vivir la Vigilia Pascual uniéndonos todos los grupos junto a las comunidades del pueblo viejano en la Iglesia de San Miguel Arcángel. El encontrarnos junto a las comunidades con las que nos tocó compartir este y otros años fue muy especial. Había rostros llenos de sonrisas, miradas agradecidas, abrazos en sintonía con todo lo aprendido y lo significativo que fue la experiencia, había muchas ganas de compartir todo lo que habíamos vivido cada una/o en las distintas comunidades. Con todo el gozo que nos rebozaba, nos dispusimos a celebrar, agradecer y seguir tocando a Jesús encarnado en la fe de tanta gente que fortaleció la fe propia.

En la madrugada, después de la Vigilia Pascual regresamos al Centro Catequístico. Con una oración especial de cierre, nos dispusimos con el corazón abierto a compartir todo cuanto se pudo recoger de la experiencia. El compartir fue muy rico y profundo. Estas fueron algunas expresiones:

“Las oraciones que realizamos en la mañana y en la noche me ayudaron a recoger y vivir con sentido todo lo que vivía cada día”.

“El Jueves Santo, en el Lavatorio de pies, pude experimentar el servicio sin reserva y darme gratuitamente a quienes me necesiten, fue una experiencia muy nueva”.

“Tuve experiencias que no me imagine tener, en las que Jesús me removió y me enseño a ver con respeto las realidades de las familias de la comunidad, que en medio de sus dificultades y limitantes, tienen un corazón enorme para transmitir esa fe que viven con tanta devoción”.

“Ha sido un regalo esta Misión, porque pude experimentar lo que la gente vive, tocar sus esfuerzos y sus luchas en lo que hacen día a día y ver la energía que tienen ya que después de sus quehaceres tenían que caminar demasiado y participar con tanta alegría a las celebraciones”.

Esta fue nuestra Misión como JUMMER 2015, donde se palpo de diferentes maneras los valores de Jesús que tanta fuerza tienen hoy para nuestra vida. Servicio, entrega, compromiso, sencillez, cercanía, alegría, felicidad, encuentro y muchos más… Valores que a cada una/o nos compromete con aquello que más toca nuestro corazón para seguir encarnando a Jesús en la Misión del día a día.

“Hoy doy gracias a Dios que nos dan la oportunidad de seguir a Jesús más de cerca” M. Margarita.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB
Paulina Soltero Barba, MMB

“PARTICIPACIÓN Y ENTUSIASMO NO DEJA DE BRILLAR”

¿Cómo puedo hacer para impulsar y fortalecer la experiencia de fe que han recibido las niñas y los niños en su preparación para la Primera Comunión?… Esta fue la pregunta con la que se dio inicio a un proceso de acompañamiento a jóvenes líderes de la Iglesia El Calvario, en El Viejo.

En junio de 2014, el Padre Maykol, sacerdote de dicha Iglesia, se acercó a las Hermanas Mercedarias quienes llevamos la formación de Catequistas del Centro Catequísticos para que pudiéramos acompañar tres jóvenes y así, animar la presencia de niñas y niños en la Iglesia. He sido encargada de llevar esta formación y acepté gustosa esta propuesta.

Los grupos se conforman de la siguiente manera:
• Pre-Comunión, “Amiguitos de Jesús: Son niñas y niños de 3 a 6 años.
• Comunión, “Jesús pan de Vida”: Son niñas, niños y adolescentes de 7 años en adelante.
• Post-Comunión, “Caminando con Jesús”: Son niñas, niños y adolescentes que ya han recibido la Primera Comunión.

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El último domingo de cada mes, los grupos se encargan de realizar los servicios de la Liturgia de la Palabra, pedir las ofrendas, etc. esto se dio con el sentido de que los y las niñas se sientan parte del caminar como Comunidad Cristiana y para que participen motivadas/os en las diversas actividades.

Salvadora, Maynor y Alma son jóvenes entusiastas que han permanecido hasta hoy, acompañando a los grupos y como coordinadoras/r, empezaron a recibir el acompañamiento y formación para impartir los temas desde una metodología adecuada.

El 30 de mayo, fiesta en honor a “La Virgen de los Desamparados”, viviremos la alegría con las niñas y los niños que se han preparado para comulgar por primera vez a Jesús en la Eucaristía. Es una emoción que ya se empieza a sentir por los preparativos que se están realizando… ¡Una gran celebración comunitaria!

Desde sus inicios ha sido una experiencia muy especial porque ha significado el buscar, crear, programar y organizar… Aprender, equivocarse y reaprender todo lo que este proceso educativo implica. Han habido muchos aprendizajes y novedades ya que para las coordinadoras/r ha sido su primera vez en llevar un grupo, y expresan lo importante que ha sido este reto para su vida. Incluso, en cada taller al que hacen presencia, su alegría, su energía, su participación y entusiasmo no deja de brillar y eso es admirable.

No cabe duda que cuando Jesús llama a participar en la construcción del Reino, lo hace por las tareas que quizá la persona nunca se hubiera imaginado participar, y solo quien se deja motivar por el Espíritu de Jesús es capaz de responder y hacerlo con amor y con el potencial que tiene para permanecer.

El acompañar a las/os jóvenes ha sido también gran aprendizaje que he disfrutado mucho porque es un compartir en donde el único objetivo ha sido transmitir al Dios de Jesús, su Vida-Misión que tanto nos sigue atrayendo para ser parte de la construcción del Reino.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB

“TODO ES GRACIA”

Este año ha sido de muchos movimientos internos, ya que estoy en mi segundo año de Noviciado, y es el momento de vivir profundamente la Misión. Se me ha dado la oportunidad de ir a Perú junto a mi compañera Mayra pero el proceso de visado se ha demorado el viaje, lo cual ha sido propicio para experimentar la paciencia y sobretodo la acción de Dios para preparar mí corazón misionero.

El año pasado tuve la oportunidad de ir de Misión a Petén, el departamento más grande de Guatemala, fue una experiencia que nutrió mi vida y pensé que no tendría nuevamente esa oportunidad pero se llego la Gracia de Dios y pude regresar este año.

Aunque en el corazón guardo los buenos recuerdos del año pasado, pude tener la experiencia de esta Semana Santa en otra comunidad llamada “Santa Rita, La libertad”. Una comunidad muy bien organizada, la cual, desde que les llego la noticia de que una hermana misionera llegaría, se alegraron y organizaron de tal manera que pudiera estar cada día viviendo en una casa diferente y así, compartir con todas y todos estos Días Santos.

La experiencia fue única porque por primera vez voy a una misión sola, lo cual me ayudo a saber dar lo máximo de mí, a saber darme con más generosidad, a ser organizada también para saber “estar”.

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En la comunidad de Santa Rita, viven alrededor de cien familias, todas retornadas del conflicto armado. La gran mayoría fueron familias que vivieron por más de 6 años en las montañas, sufrieron situaciones muy difíciles y crueles pero nunca se paralizaron, lucharon por la justicia y por tener una vida más digna, se hicieron escuchar y participaron en la recopilación de testimonios de personas víctimas del conflicto armado, lo cual tuvo como resultado “El Informe REMHI” (Recuperación de la Memoria Histórica).

Esta comunidad como muchas otras aquí en Guatemala es un gran ejemplo de lucha por la justicia, de amor a su pueblo y sobretodo de una fe envidiable, una fe que busca seguir creciendo, que motiva a renovar los compromisos y que invita a ser parte del Reino de Dios “aquí y ahora”.

Así es como Dios con su amor sigue moldeándome, preparándome y buscándome a través de estas experiencias maravillosas. Yo simplemente abro todos mis sentidos para percibirlo, aunque algunas veces parezca sencillo encontrar su rostro, otras veces simplemente me queda contemplar su silencio y descubrir su “Gracia”.

Betcy Chicoj Chet, Novicia MMB

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“EXPERIENCIAS QUE MARCAN NUESTRO CAMINAR”

Durante esta Semana Santa, como comunidad MMB Cotió en la Capital de Guatemala, cada una tuvo una vivencia diferente… María José estuvo acompañando a las comunidades y hermanas de Soyatitán Chiapas, Ileana acompañó a la comunidad de Santa Anita la Unión y a las hermanas de Colomba Guatemala, Betcy estuvo en el departamento de Petén, en la comunidad Santa Rita y Carmen (la Güerita) se quedó en casa. Así que, cada una acompañó, gustó y vivió su experiencia de Dios Padre-Madre juntamente con cada hermana y hermano que hace vida el proyecto de Dios en diversas comunidades.

Quiero empezar diciendo “gracias”… por el regalo y la oportunidad de conocer, acompañar y vivir la Misión de Semana Santa en la comunidad de Julischin Ixchiguán San Marcos, (previo a vivir mi nueva experiencia de Misión en Perú). Ixchiguán es el municipio habitable más alto de Guatemala y de Centro América, eso significa que hace mucho frío. Ha sido una experiencia muy grata y llena de momentos, rostros, lugares y paisajes bellísimos que se convierten en un lenguaje de Dios hacia la humanidad.

En este momento justo de mi vivir, ha sido como ese nuevo aire de la Espíritu que me empuja a “salir”, a seguir creyendo y apostando en mi Proyecto de Vida como Mercedaria y Misionera.

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El itinerario de la experiencia fue acompañar a nuestras hermanas y hermanos en las diferentes celebraciones de cada día. Algo nuevo para mí fue el compartir la vivencia con dos formandas de la Congregación de la “Sagrada Familia”, Vilma (postulante) y María Vianney (novicia). Creo que fue una gran oportunidad para experimentar el paso de Dios en mi vida junto a ellas, visitando personas enfermas, dialogando con las diferentes familias a quienes visitamos y nos acogieron en su hogar, planificar el trabajo con Catequistas y el Coordinador, convivir con las y los jóvenes, responder a sus preguntas y sobre todo, dejarme asombrar y maravillar por todo el trabajo, el esfuerzo y la fe de la comunidad que se hace visible y palpable en un Dios que abraza, acoge e invita a todas las personas por igual.

Julischin ha quedado en mis caminos recorridos, en las experiencias que han marcado mi vida e intensamente, también ha quedado en mi corazón, como aquella “bendita tierra” que me ha regado semillas de crecimiento y de enamoramiento al proyecto de Jesús de Nazaret, a quien pido, me siga invitando siempre.

Mayra Castro Ajanel, Novicia MMB

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“AMAR SIN CONDICIONES”

Les compartimos la experiencia de dos de las jóvenes que vivieron muy alegremente la oportunidad de compartir la Semana Santa con las comunidades en el Chuva, Colomba junto a JUMMER- Juventud Misionera Mercedaria en esta Misión MMB de Guatemala.

Sindy es una joven estudiante que nos comparte sus experiencias y describe su vivencia resumiendo significativamente lo que marco y fue más significativo en cada uno de estos Días Santos:

“Lunes Santo”- Mi fortaleza fue la familia donde nos hospedamos. Nos esperaban con los brazos abiertos, se sentía la alegría y el espíritu de servicio que transmitían a cada momento.

“Martes Santo”- Visitamos a una abuelita, que además de su salud y edad se encargaba de cuidar a sus dos nietecitos. A causa de la necesidad en la que vivían, su hija tenía que trabajar para que sus pequeños hijos tuvieran lo necesario.

“Miércoles Santo”- Visitamos a personas enfermas. Lo que más me conmovió fue la triste historia de un matrimonio (una pareja joven) en la que el esposo estaba enfermo, la esposa estaba esperando dar a luz, pero la salud de ella y del bebe estaban en riesgo y a pesar de todos esos obstáculos, anhelaban la visita de las hermanas y hermanos de la comunidad como un signo de la presencia de Dios para sentirse fortalecidos. Lamentablemente, poco tiempo después, el bebé murió al nacer.

“Jueves Santo”- Institución de la Eucaristía y Lavatorio de pies. Al igual que los otros días, este no pasó desapercibido para mí, una vez más mi vida estuvo marcada al contemplar el gesto. Fue un momento muy especial en donde pude experimentar la humildad que nos enseñó Jesús al lavarle los pies a sus discípulos, al ver como unas personas a otras nos lavamos los pies con sencillez y humildad. También pudimos vivir en comunidad la Hora Santa y al momento de exponer al Santísimo, puedo expresar que todas y todos ahí reunidas/os, pudimos sentir a Jesús muy cercano a nuestras realidades humanas.

“Viernes Santo”: Estuvimos por la mañana en la iglesia rezando, cantando y dando testimonios de las acciones y gracias que Dios ha realizado en cada vida. Por la tarde participamos en la Adoración a la Santa Cruz.

“Sábado de Gloria”: Fue nuestro último día en la comunidad. Por la mañana mi acompañante Ruth trabajó con jóvenes y yo con las niñas y niños. Fue una experiencia inolvidable porque a través de los juegos, también aprendimos y quisimos que experimentaran a Jesús niño como ella y ellos.

Así fue mi experiencia de Misión, la cual terminé con mucho agradecimiento a las Hermanas Mercedarias Misioneras de Bérriz por la invitación y la oportunidad que me dieron de participar. Me atrevo a decir que esta experiencia ha sido una gran oportunidad de encontrarme con un Dios muy vivo y presente en cada realidad y rostro concreto con los que fui compartiendo cada día.

Sindy Lorena Jacinto

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Hola soy Alma y les quiero compartir un poco de mi experiencia en la Misión. Ya son dos años seguidos que me ha tocado ir al mismo lugar llamado El Retiro, un lugar hermoso, cálido y sobre todo donde se siente mucha paz.

El estar ahí conviviendo y compartiendo con cada una de las personas con las que me encontré, ha sido para mí una oportunidad y un regalo para sentir la presencia del Amor de Dios, reconocer que Él se encuentra en las personas más humildes y sencillas. Me dio la capacidad de entender y sentir que se puede dar Amor verdadero a las demás personas compartiendo nuestros talentos y el de cada persona con quien nos hemos ido encontrando en el camino.

Pude compartir con personas geniales y muy humildes, una de ellas es Don Abelino a quien identifico y aprendo por su fuerza y perseverancia. Doña Elena, otra persona muy carismática y entregada a Dios, sobre todo una mujer muy servicial. Ricardo es un joven que su carisma es ser alegre y siempre atento al llamado de Dios. María es otra muchacha muy alegre con una voz muy bonita la cual pone al servicio de Dios. Lester, un joven muy tranquilo y alegre de quien aprendí la paciencia y humildad. Marilyn, una chica muy perseverante y colaboradora. Y también tuve el gusto de compartir con 2 jovencitas que se robaron mi corazón, Fátima una chica muy platicadora que contaba sus experiencias cada vez que podía, me encanto su compañía y Lupita que es toda alegría, una alegría muy contagiosa por cierto.

He de contarles que esta experiencia ha sido la más hermosa e inolvidable de toda mi vida. Y aprendí a “amar” sin condiciones, a ser humilde, a servir cada vez que se me necesite y sobre todo, a valorar más a toda mi familia. Y hago una cordial invitación a todas aquellas personas que quieran vivir también una experiencia como esta Misión, siento que el Dios de Jesús siempre nos espera con los brazos abiertos.

Alma Lorena Cantey

“DESCALZATE PORQUE

LA TIERRA QUE PISAS ES SAGRADA”

Con este mensaje del éxodo fuimos encaminando e iluminando el proceso de preparación para la Misión de Semana Santa.

Queremos compartirles hoy, que estamos muy agradecidas con el Misterio de Dios que nos habita, pues este año hemos tenido un grupo de jóvenes entusiasmadas/os y deseosas/os de compartir la vida y la fe con otras comunidades, otras personas y otras realidades, diferente a la suya.

Cada año se hace la convocatoria e invitación para quienes quieran ir de la Ciudad a nuestra Comunidad MMB de Colomba, ubicada en el área rural del país. A esta invitación ha dado respuesta un grupo conformado por 9 jóvenes (Ruth, María Lourdes, Mishelle, Sindy, Ingrid, Cintya, Lorena, Guadalupe y Eddy Gálvez). El proceso para vivir la experiencia misionera la comenzaron preparándose con temas enfocados a iluminar el deseo de vivir con respeto y apertura esta Semana Mayor que es de convivencia y participación en las comunidades a la que cada joven es enviada/o, a la luz de Jesús de Nazaret como una invitación especial.

La preparación dio inicio a finales de febrero y desde entonces, fuimos compartiendo sábado a sábado con entusiasmo y mucha responsabilidad los temas preparados para las reflexiones.

Queremos resaltar que este año la experiencia tuvo un toque especial, nuestra hermana Nora Gómez, MMB quien es responsable de la Pastoral Juvenil de Colomba, hizo un nombramiento significativo a Ruth Conde, una joven que al igual que las seguidoras y seguidores de Jesús, desde que escuchó la invitación, no tardó en responder. Seguramente nos preguntaremos ¿Por qué solo a Ruth se le hace una mención especial? Bueno, ella cumplió tres años consecutivos de participar activamente en las misiones de Semana Santa en Colomba y por ello, admiramos al igual que a todas y todos los jóvenes que han participado su entrega, disponibilidad y capacidad de dejar todo por la Misión y sobre todo el respeto y corazón abierto para recibir la presencia de Dios encarnado en la realidad de las familias y comunidades con quienes se va compartiendo en los diversos encuentros.

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Al culminar y recoger las experiencias vividas, concluimos con un agradecimiento profundo y mutuo, por la acción que Dios va haciendo en cada una/uno de nosotras/os. Es Él quien nos invita a que nos atrevamos a descalzarnos para pisar la tierra sagrada que sale a nuestro encuentro día a día.

La comunidad MMB de Cotió Guatemala agradece profundamente la respuesta de las y los jóvenes y seguimos constatando que la juventud tiene mucho potencial para ser autora activa en la colaboración de la construcción del Reino de Dios ya en la humanidad. Y con el siguiente mensaje del Papa Francisco, motivamos a la juventud, al mismo tiempo que felicitamos y agradecemos a nuestro Grupo Misionero 2015… a continuar avanzando hacia aquellos grandes ideales por las que hemos sido creadas/os.

“Queridas y queridos jóvenes, juéguense la vida por grandes ideales, los y las cristianas no hemos sido elegidas/os por Dios para las cosas pequeñas, vayan siempre más allá, hacia las cosas grandes” Papa Francisco.

Ileana Vázquez Chacaj, MMB

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“TRASCIENDE EL PROFUNDO SIGNIFICADO

DE LA SEMANA SANTA”

El pasado mes de marzo, un sábado muy temprano en la mañana, la entrada del Instituto de la Vera-Cruz se fue llenando con las misioneras y misioneros que iban llegando, algunas/os solas/os y otras/os acompañadas/os por sus familias, cargando maletas y sleepings. Aún no salía totalmente el sol y las hermanas MMB ya estaban listas para dar la bendición de envío, con una sonrisa como la de quien ha entregado su vida a la Misión y que ahora ven reflejada en la ilusión de la Juventud Misionera Mercedaria- JUMMER, que después de meses de preparación estaba lista para pasar la Semana Santa en las comunidades de Guanajuato y de Querétaro en la zona centro de México, contagiadas/os por ese gran Carisma Mercedario.

En los autobuses que salieron aquel día del Colegio viajaron los sueños, las ilusiones, los miedos y las expectativas de casi noventa misioneras/os, siempre guiadas/os por la camioneta en donde la Hna. Licha Obregón y Natalie Alonso iban también cargadas de ilusión por una Misión que ya había comenzado.

Aunque todas y todos llegamos a nuestras comunidades con la misma playera de “JUMMER 2015” y éramos parte de un grupo, puedo decir que JUMMER se vive de manera distinta en cada persona. Por ejemplo, están quienes comparten por primera vez una Semana Santa con otras personas mexicanas de realidades muy distintas a las suyas; para ellas/os todo es nuevo y nos recuerdan esa sensibilidad que se necesita para cuestionar las situaciones de desigualdad social con las que nos vamos topando, sobre todo cuando se trata de historias de vida de otras/os jóvenes de su misma edad. Están también quienes van por segunda o tercera vez a la misma comunidad; en ellos existe una sensación de volver a lo familiar, ver de nuevo a quienes se han convertido en amistades y dar continuidad a esa historia que comenzaron años anteriores, siendo conscientes de los nuevos retos personales que esta vez quieren cumplir y buscando ser siempre mejores que otros años. De igual forma están quienes han hecho ya de JUMMER parte de su vida por más de cinco o seis años; para ellas/os, los años de experiencia se traducen en unos ojos más abiertos y unos oídos más atentos sobre todo a las historias de vida que comparten las personas de la comunidad y a un compromiso misionero que trasciende el profundo significado de esta Semana Santa.

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Pero una cosa es cierta, por más que cada quien haya vivido a JUMMER de manera única y distinta, todos estuvimos ahí porque escuchamos el mismo llamado a desconectarnos una semana, dejarlo todo e ir a involucrarnos en la realidad de un rincón de nuestro México, no para salir en fotografías ni para anunciarlo con letras grandes, sino para poder compartir la Pascua de Jesús y volver con el aprendizaje de que las mayores riquezas no son las materiales, sino las de una vida de fe de quien sabe ver el rostro de Dios en la naturaleza, en el cielo estrellado de un lugar sin contaminación, en los niños y las niñas más pequeños que sonríen siempre, en las y los jóvenes con su ilusión por mejorar, en las personas adultas que comparten lo poco que tienen y en las personas mayores que agradecen por cada bendición recibida durante su vida.

Así regresamos a Guadalajara una semana después, con muchas historias por contar sobre las pláticas o dinámicas que se hicieron con las comunidades, las invitaciones a comer en diferentes casas, las reflexiones y oraciones de cada día al terminar las actividades, la convivencia al dormir todos y todas juntas en un mismo cuarto, los juegos con las niñas y los niños, las celebraciones de cada uno de los Días Santos, la mojada en el Sábado de Gloria, la despedida con toda la comunidad, y mil historias más.

Pilar Hernández G.

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“VIVO LA RESURRECCIÓN

EN MI ENCUENTRO CON L@S DEMÁS”

Después de concluido el periodo de descanso correspondiente a la Semana Santa y Pascua, el pasado martes 14 de abril llevamos a cabo en cada uno de los niveles la celebración de la Pascua como culmen del trabajo realizado durante la Cuaresma con las alumnas. Todas nuestras alumnas vinieron a clases vistiendo color rojo o blanco como signo de fiesta, de nuestra opción por una vida con actitudes que transformen.

En Preescolar, desde la frase “Vivo la Resurrección de Jesús en mi encuentro con l@s demás” iniciaron su jornada de trabajo con la litúrgica para ofrecer el día y desde la danza, recordar el sentido de la Pascua, que Jesús nos invita a dar lo mejor de nosotras mismas… Me esfuerzo para parecerme a Jesús y encontrarme con él en la parte más alta de la montaña y recordarlo viviendo entre nosotras, símbolo que utilizaron para el trabajo durante la Cuaresma a través de las consignas “sin pelear”, “comparto”, “obedezco” “pido perdón” y “perdono”.

En Primaria, se realizó una celebración en donde las alumnas representaron el texto de “Los discípulos de Emaús”. Se dio un espacio para la reflexión desde el texto y el sentido de la Pascua donde a una sola voz las alumnas repetían la frase “Jesús resucitó… Jesús está vivo”. Todas las alumnas cantaron, “Mi Dios está vivo” mostrando gran alegría y entusiasmo. Posteriormente colorearon un separador de Jesús Resucitado. Para finalizar la celebración, a las alumnas de Primaria se les hizo la invitación a aceptar la invitación que Jesús nos deja como a sus discípulos para evangelizar: “Cuando una compañera necesite de mí, si me invitas a hablar de ti, si me pides que me dedique al servicio de mi prójimo, si me invitas a ser justa… iré a donde me envíes”

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En el nivel de Secundaria, las educadoras en la fe prepararon en la capilla del colegio toda una escenografía para realizar con las alumnas una reflexión desde los textos donde Jesús se encuentra con sus amigos/as más cercanos/as. Jesús se le aparece a María Magdalena, Jesús y Tomás, Jesús se parece a sus discípulos. Las alumnas participaron escenificando dichas lecturas y compartieron con sus compañeras las siguientes reflexiones: “Somos capaces de dar esperanza a otras personas porque estamos convencidas de su presencia en nuestra vida”, “Jesús está vivo en ti y quiere hacerse presente en otras personas a través de ti”. Durante este espacio de reflexión, la Hna. Gema Castillo realizó con todas a las alumnas y personal del nivel un momento de interiorización por la Pascua.

Preparatoria celebró la Pascua de Jesús con la “Carrera de la vida”. La Carrera por la vida fue un rally para todas las alumnas del nivel. Se integraron equipos de los tres grados y cada equipo estaba representado por un color de blusa. El rally se realizó en las instalaciones del colegio y en cada una de las pistas habían de completar un reto para poder avanzar en su recorrido. Con la colaboración de profesoras/es y personal del nivel, cada uno de los equipos llegaba a las estaciones y frente al personal encargado, el equipo realizaba el reto señalado.
La reflexión en esta actividad estuvo centrada en “La vida nueva que nos trae Jesús con su muerte y Resurrección”:
•De alegría, y cantos desde el corazón
•De sueños que se hacen posibles
•De perdón que se da o recibe, sin condiciones
•De sonrisas tranquilas de quien no se deja vencer en el dolor
•De oración que nos anima a seguir caminando
•De hermandad de quienes comparten su vida con personas sencillas, sin buscar nada a cambio

Así, en un ambiente de gran celebración una vez concluido el rally, las alumnas y personal del nivel se reunieron alrededor del cirio que de manera simbólica sería encendido para recordar la presencia de Jesús Resucitado. Reunidas/os alrededor del círculo se realizó una danza litúrgica compartiendo el sentido de la misma. Una forma de orar con nuestro ser, hacerlo en círculo representando a todas las personas de nuestro mundo y como manifestación de la alegría que nos lleva a ver el valor de la dignidad humana, así como nuestra solidaridad que nos acerca a otras realidades. Por último la Hna. Licha Obregón compartió un mensaje de Pascua para las alumnas y una porra a Cristo.

Natalie Alonso Olmedo
Coordinación Departamento de Pastoral