“QUE NADA DE LO HUMANO NOS SEA AJENO”

Aunque parezca difícil de creer, hemos cerrado nuestros meses como voluntarias en la Misión de las Hermanas Mercedarias en Soyatitán, Chiapas. Han sido los meses muy distintos, fortalecedores y valiosos, porque sin duda alguna, cada día nos presentaba un nuevo reto que, aunque al principio pudiera parecer imposible, al final le sonreíamos a la vida diciéndole… “Sí pudimos, ¿Qué sigue ahora?”.

Nuestro trabajo aquí fue muy variado, ya que no nos quedamos sólo en Soyatitán, sino que tuvimos la oportunidad de trabajar en una de las comunidades más pobres de la Parroquia. La comunidad se llama “Laguna Verde”, donde fuimos recibidas por la familia “Nájera”, una familia con un corazón más grande que todo el Estado de Chiapas. Llegábamos ahí todos los martes temprano y regresábamos a casa de las Hermanas los viernes por la tarde. Durante nuestro tiempo en Laguna Verde, realizamos muchas actividades:

Ayudamos a las maestras del Kínder, tarea difícil, ya que las niñas y los niños tienen una gran falta de atención en sus casas y lo demuestran en el momento de aprender en clases. También ayudábamos en el grupo de reflexión de mujeres, y con ellas mismas creamos un grupo de cocina en el que les enseñamos recetas fáciles que ellas pudieran hacer con ingredientes que pudieran encontrar fácilmente, éstas clases nos gustaban mucho porque notábamos la emoción que sentían las mujeres al aprenderlas. También empezamos un grupo con los jóvenes de la comunidad, con reflexiones y dinámicas que se basaban, en su mayoría, en el esfuerzo por perseguir sus sueños y buscar hacer algo más que sólo lo acostumbrado en las comunidades campesinas. Con las niñas y los niños hicimos un grupo de Catequesis, platicando con ellos sobre la Creación, el Amor de Dios, la Virgen de la Merced, etc…

Los días pasaban rápido, y no nos dábamos cuenta del camino tan largo y valioso que habíamos estado recorriendo. Nuestra relación con la familia que nos recibió fue haciéndose cada vez más sincera, más valiosa, más unida… fue con esta familia y con esta comunidad con quienes pudimos cumplir con la frase que dijo un día la Madre Margarita: “Que nada de lo humano nos sea ajeno”, porque en verdad fue así como vivimos nuestras misiones, cercanas a todas las realidades, pero no sólo viéndolas de cerca, si no viviéndolas como ellos y ellas mismas.

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En Soyatitán empezamos a dar Catequesis a niñas y niños a finales de octubre todos los domingos, también fue una tarea pesada, pero a la vez valiosa, porque veíamos cómo las niñas y los niños cada vez participaban más. Una de nuestras actividades favoritas con las Hermanas fueron las Reuniones de Zona de Mujeres el primer sábado de cada mes, donde escuchábamos cómo reflexionaban y daban soluciones a sus problemáticas como mujeres campesinas. Así como a estas reuniones, fuimos también en dos ocasiones a las reuniones de la Coordinación Diocesana de Mujeres (CODIMUJ), donde asisten aproximadamente 100 mujeres de las siete zonas del estado de Chiapas, mujeres Indígenas y campesinas.

Nuestro cierre en Laguna Verde fue muy bonito, pero a la vez nos llenó de lágrimas a todas y a todos. Organizamos una pequeña pastorela con las niñas y los niños de la Catequesis, y con la ayuda de nuestra familia Nájera, montamos el pesebre de la Virgen María y San José. Después de eso pedimos posada y al término de nuestra celebración navideña, se repartieron tamales y agua de horchata hechos por las mujeres con las que trabajamos estos meses.

Antes de irnos nos llenamos de abrazos de niñas, niños y de las personas adultas, haciéndoles la promesa de que ni su comunidad, ni lo que vivimos ahí, ni ellos y ellas mismas, van a salir de nuestro corazón.

Ana Laura Castillo y Sofía Guemez
Voluntarias del Instituto de la Vera-Cruz

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“TÚ ERES LUZ DE NAVIDAD”

Decir diciembre en México, es traer a la memoria un mes lleno de intensas vivencias, aquí este mes es vivido de manera muy especial, porque en la primera quincena tenemos las festividades Guadalupanas, la visita de no miles sino millones de personas peregrinas a la Basílica de Guadalupe, peregrinaciones que hay durante todo el año desde las distintas diócesis del país, parroquias, instituciones, gremios, colegios, vida religiosa etc.

Este año han sido más de 7 millones quienes han visitado a nuestra Morenita de Guadalupe en su Basílica, sobre todo gente humilde del pueblo con una fe sencilla, pero tan grande y un amor a ella inigualable, que recorren largas distancias de cientos y a veces mil kilómetros para llegar hasta ella, contar sus penas, agradecer su protección.

Este año recordamos la presencia de nuestro Papa Francisco visitándola… fueron momentos muy especiales para nuestro México.

Otro tiempo fuerte es recordar que Él se hizo uno de nosotros. Aquí en México tenemos antes de Navidad las tradicionales posadas, 9 días de celebraciones en familia con las oraciones propias, luego vienen las piñatas que sobre todo las niñas y los niños, aunque también los grandes disfrutan, las pastorelas.

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Y por cierto hablando de pastorelas y posadas les quiero compartir en el Maternal y Kinder en nuestro Colegio de Guadalajara. Realmente un regalo haber podido estar presente, disfrutar de lo que con tanto esmero prepara el personal docente de este nivel, y ver aquellas niñas tan pequeñas, alguna hasta con chupón, pues tiene escasos dos años, hasta las de 3º de Kinder. Sus cantos, sus angelicales caritas. Pero no menos gozo es ver las caras de las mamás, papás y abuelas/os cuando ven a sus hijas y nietas actuar.

A continuación de la presentación de sus cantos las pequeñas fueron a sus salones con sus maestras para disfrutar de un desayuno y las personas mayores en otro lugar disfrutamos de ricas tortas, buñuelos y una convivencia muy cordial.

Que Jesús se haga presente de manera especial en cada uno de nuestros corazones, para que pueda estar presente en las familias, comunidades, en el mundo… Y que logremos vivir lo que nos ha dicho el Papa Francisco: “Tú eres luz de Navidad cuando iluminas con tu vida el camino de los demás con tu bondad, paciencia, alegría y generosidad”.

Rebeca Cervantes Martín, MMB
Coordinadora del Área de México-Centroamérica

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“COMUNIÓN Y SOLIDARIDAD QUE SE VIVE”

Este fin de año, he tenido la oportunidad de compartir la Misión de mis hermanas de Soyatitán, Ana Magamy, Rosa y Abdontxy. Una comunidad que se encuentra en Chiapas, al sur de México. He visto el trabajo que desempañan con animadores, mujeres, catequistas, etc. de las distintas comunidades que abarca la Parroquia, así como reuniones y compromisos de coordinadores/as de la Diócesis de San Cristóbal.

Una experiencia muy significativa fue el participar en una celebración del pueblo indígena Tzotsil en la comunidad de Acteal en el municipio de Chenalhó. Es una comunidad que se reúne cada año desde 1998 para hacer memoria de sus abuelas, abuelos, madres, padres, hermanas/os, hijas/os, incluso hijas/os no nacidos, quienes fueron masacrados y asesinados cruelmente dentro de una Iglesia mientras oraban y ayunaban por la paz de Chiapas el 22 de diciembre de 1997. Sin embargo, el hacer memoria de sus familiares, conlleva buscar la justicia, la verdad y la paz desde la esperanza que viven como pueblo para que este crimen no siga impune.

Lo que realmente impacta de este pueblo, como en muchos pueblos y comunidades de Chiapas, es su profunda fe, la comunión y solidaridad que se vive, donde el Obispo de la Diócesis, Sacerdotes, organizaciones y grupos en resistencia se acercan y acompaña su dolor pero que también aportan para buscar en conjunto vías de diálogo y soluciones pacíficas para la una pronta justicia.

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En esta oportunidad se realizó una caminata de dos kilómetros que finalizó en el lugar de la masacre al que le llaman “Lugar y tierra sagrada” porque, en esa tierra esta regada la sangre de grandes mujeres y hombres, y es donde también están enterrados sus cuerpos. Luego se celebró una Eucaristía con cantos, lecturas, homilía y consagración en el idioma del pueblo, así como en español. Fue una celebración hermosa en donde la Iglesia se hace Pueblo, rostro, esperanza, comunión y compromiso con la causa del proyecto de Jesús. La Eucaristía se finalizó con una danza propia de los Tzotsiles, seguida de una peregrinación en un santuario que está sobre las tumbas, donde se recoge en altares, fotografías y símbolos la memoria de los hechos y los nombres de las personas que sufrieron la masacre y a quienes llaman “Los mártires de Acteal”.

También hubo una galería de fotos que mostraba el caminar esperanzador que han vivido durante muchos años, especialmente desde hace 19 años que vivieron esta experiencia dolorosa. También, se puede presenciar una escultura con las personas que sufrieron el crimen.

Nosotras como comunidad participamos en esta celebración profundamente conmovedora, sintiendo cómo el pueblo vive su dolor y esperanza, así como desde dónde lo viven, que es desde una profunda fe y unión cristiana. Yo me quedo muy agradecida porque he vivido otra experiencia de lo que significa ser Pueblo de Dios y, sentir que ahí está presente Jesús en el compromiso de gente sencilla, con un espíritu que hace renovar el propio seguimiento y compromiso con el Reino.

Ana Noemi Chocón Ajcú, MMB

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“DANDO GRACIAS POR TODO LO VIVIDO Y COMPARTIDO”

En Colomba, Guatemala comenzamos con las celebraciones de fin de año dando inicio con las posadas el 15 de diciembre. Como JUMMER- Juventud Misionera Mercedaria nos organizamos con tres días de anticipación para arreglar el anda que iba a recorrer las colonias y calles de nuestro pueblo, al igual que lo hicimos el año pasado el anda la decoramos ecológicamente como le hemos denominado, tratando de enviar un mensaje a la población de reutilizar las cosas que tenemos a nuestra disposición y para no caer en el consumismo ya que como cristianas y cristianos debemos aprovechar cualquier medio de evangelización y, más aún promover el cuidado de nuestra Casa Común como nos invita el Papa Francisco.

Como JUMMER llevamos 3 años organizando la Posada Juvenil la cual recibe gustosamente a todos aquellos jóvenes y señoritas que se nos quieran unir sin importar si participan o no en el grupo, también nos acompañan personas adultas, este año se tuvo mucha más participación por parte de las mismas y eso nos muestra que confían en nosotras/os. Este año quizá nos costó un poco al inicio debido a la situación tan difícil que estamos viviendo con relación a las “maras”, la mayoría de la gente andaba con miedo, nos sentíamos un tanto inseguros, pero decidimos ponernos en marcha confiando en Dios y poniendo todo en manos de Él… pedimos que José, María y el Niño Jesús en su vientre, fueran dejando paz en los hogares donde nos recibían al igual que por las calles que recorríamos.

Fue increíble como cada persona aportaba su tiempo y su dedicación durante los nueve días de la posada, las niñas y los niños con los faroles, quienes cargaban el anda, el coro, quienes iban cuidando a las niñas/os y quienes acompañaban a la posada, reflejaban el trabajo en equipo. Hermana Pau era la encargada de dar el tema en los hogares donde nos recibían y las voluntarias Magui y Ani que en todo momento se mostraban dispuestas a apoyar en todo, ambas se sentían muy contentas ya que nos platicaban que de donde ellas vienen las tradiciones son muy distintas por lo tanto estaban muy contentas, aprendiendo cada día algo nuevo. Durante dos días nos acompañó Miriam, una chica que venía de la capital, que también se mostró muy cercana a nosotras/os.

Creo que en estos nueve días pasó de todo un poco, nuestro amigo Ricardo López que estaba viviendo un proceso de discernimiento para la Vida Religiosa, fue notificado y aceptado en la Orden de la Merced, para nosotras/os fue una gran noticia, celebramos con él la misma y le pedimos a Dios y María de la Merced que le acompañen en todo momento en esta opción de vida.

Pero, no todo fue alegría, el último día de la posada falleció el abuelo de dos de nuestros hermanos del grupo, fue una noticia que nos movió mucho a todas/os. Lo que al principio era alegría por haber culminado sin novedad los días de la posada se convirtió en tristeza por el dolor de nuestros amigos. Pero a pesar de eso, todo lo que habíamos organizado para esa última posada se llevó a cabo como lo habíamos planeado, la misma entró en el salón Gerardi del edificio Bérriz con las Hermanas Mercedarias que siempre han apoyado el trabajo que realizamos. Luego de la Celebración de la Palabra y del tema de reflexión, disfrutamos de un vaso de ponche y un panito. Se les agradeció a las personas que nos acompañaron los nueve días, a las chavas/os que siempre estuvieron apoyando en todo lo que hiciera falta.

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Las hermanas repartieron juguetes a las niñas y los niños, los cuales fueron generosamente donados por los Hermanos Maristas y después disfrutamos de quebrar las piñatas. Mientras estuvimos arreglando todo y lavando los trastes recordábamos a hermana Nora Gómez, Mares quien fue la primera persona que nos apoyó cuando decidimos sacar la posada juvenil, creo que, sin ella, no se hubiera realizado como hasta hoy y, si no nos hubiera motivado, se hubiera quedado esta experiencia solo en un sueño. Ella nos ha hecho sentir de una u otra manera acompañadas/os a pesar de la distancia y, también platicábamos del apoyo que hemos tenido de hermana Pau estos meses, dimos gracias por ellas y todas las personas con las que nos ha tocado coincidir.

Luego nos dirigimos a la casa donde estaban velando a don Juan, el abuelo de Alex y Taylor, mostrándonos solidarios con lo que la familia estaba pasando y, lo más bonito, fue que sin importar la hora y la distancia nos hicimos presentes. Como lo he dicho siempre y lo confirmé ese día, son en estos momentos donde el grupo se muestra más fortalecido para fortalecer a quienes lo necesitan.

El 25 de diciembre, en plena Navidad junto a agradecimiento del nacimiento de nuestro Señor, tuvimos una pequeña convivencia, compartimos deliciosos tamales, disfrutamos de un pie de limón que nos preparó Ani y luego nos tocó acompañar el rezo por el alma de don Juan, abuelo de nuestros compañeros, el mismo fue dirigido por Magui. Al terminar regresamos nuevamente al salón Gerardi para seguir compartiendo con Ani, Magui y hermana Pau, estábamos un poco tristes ya que eran una de nuestras últimas convivencias con las tres ya que las voluntarias regresaban a Guadalajara México el 28 de diciembre y hermana Pau el 8 de enero. Cada una nos expresó lo que fue el compartir con nosotras/os durante el tiempo que estuvieron en Colomba, platicamos un rato, cantamos, reímos y también lloramos.

Al día siguiente organizamos la despedida de Ani y Magui en casa de nuestro amigo Herbert, cada una/o expresamos nuestro agradecimiento a ambas, comimos tacos y un pastel que nos regaló doña Albita, una de las mamás JUMMER, pasamos un rato muy agradable con ambas.

Doy gracias por este año que nos trajo muchas experiencias buenas, unas no tan buenas, pero, a pesar de eso, hemos logrado salir adelante. Despedidas que dolieron demasiado, pero de eso se trata la vida de ir saliendo adelante ante cualquier circunstancia que se nos presenta porque estamos sujetas/os a cambios, buenos o malos, pero cambios a fin de cuentas para continuar el camino y el seguimiento a Jesús… “Dios entre nosotras y nosotros”, tantas alegrías, tristezas, retos, sueños compartidos y todo lo que se nos viene el año próximo. Así que, ¡Bienvenido 2017!

Marleny Yoc
Integrante de la Pastoral Juvenil
Parroquial de Colomba

“TODAS LAS GRANDES COSAS LLEGAN A SU FIN”

No puedo creer que mi experiencia de voluntariado está a sólo una semana y media de terminar. Después de cinco meses de constante alegría y felicidad es hora de decir adiós.

Esta experiencia me ha demostrado sin duda que el tiempo realmente vuela cuando estás tan feliz y viviendo la vida al máximo.

Antes de venir a Filipinas sabía que aprendería y me llevaría más de lo que podría enseñar y dejar, pero nunca pensé que la diferencia sería tan significativa, algo que ha marcado mi vida de muchas maneras.

Todos los días he aprendido algo nuevo, de las palabras en Tagalog un idioma totalmente nuevo para mí, probar diferentes alimentos, una cultura y calidez de la gente filipina que siempre voy a apreciar y siempre será parte de la nueva yo. Porque después de esta experiencia de vida que Dios me ha permitido vivir, soy una persona diferente. Y en estos cinco meses y medio esta experiencia me ha hecho convertirme en una mejor versión de mí misma, y por eso seré eternamente agradecida.

Sé que puede sonar típico, pero llegué aquí con una idea, y un impulso de hacer todo para ayudar y servir a quien necesitaba una mano, para reventar mi alma haciendo lo que amo. Me demostré que ayudar a otras personas, especialmente a las personas con más necesidad es el regalo más grande de amor que una puede dar y, la satisfacción más grande que una puede sentir… No hay mayor satisfacción. Eso es lo que he logrado, y sé que una parte de mi corazón y una parte de mi alma se quedarán aquí para siempre, porque puedo ver en mí el impacto positivo que ha creado.

Aprendí que la vida es un regalo y esta experiencia me permitió abrir sorpresas muy especiales cada día. Simplemente viendo a mis estudiantes venir corriendo hacia mí todas las mañanas para saludarme y abrazarme, sólo para estar cerca de mí, y mirarles a los ojos y ver sus sonrisas de alegría, me da la sensación más satisfactoria y me da la seguridad de que los tiempos de Dios son perfectos y que me trajo aquí por una razón. Ser yo parte de sus sonrisas y ellas/os ser la razón de la mía es una sensación hermosa.

La mayor parte de mi experiencia de voluntariado compartí con las hermanas MMB en la comunidad Lagro y los maestros y personal de la Escuela Mercedaria donde soy asistente en Kinder. Participé en YUMMER donde íbamos a la comunidad de Cena en Maligaya y hacíamos diferentes actividades para las y los niños ahí. Realmente espero que continúen con estas actividades, es algo que mi colegio el Instituto de la Vera-Cruz me inculcó. Donde aprendí a amar ayudando a las demás personas. Mi experiencia en los asilos, en los orfanatos, ayudar a los migrantes… Todo eso fue lo que me ayudó a entender que un poco de mi tiempo y cariño le iluminaría a alguien el día. ¡Algo de lo que el mundo necesita desesperadamente! Todas las personas ayudando a las demás… Algo muy de la Madre Margarita.

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Otra cosa que aprendí fue conocerme a mí misma, disfrutar de la persona que soy, amarme a mí misma. En Guadalajara, soy una persona muy social, y nunca me di el tiempo para conocerme. Los tiempos que pasé aquí en la casa, en mi habitación, en Bohol, en C.A.R.E.S me dieron esa oportunidad. Aprendí a disfrutar de mi propia compañía. Y cuando aprendes a conocerte y aceptar lo que eres aprendes a amarte a ti misma/o, por lo tanto, te permite amar a las y los demás. Pasar tiempo en C.A.R.E.S me permitió conectarme conmigo misma, con Dios, y con la naturaleza. Uno de los regalos más grandes que Dios nos dio, el cual no cuidamos ni valoramos. ¡Cuánto nos falta! si solo cuidamos nuestro pedacito el mundo estaría mejor cuidado.

Tuve la oportunidad de ir a Bohol por 15 días, que también fue una experiencia muy enriquecedora. Ahí viví una de las experiencias más desgarradoras pero conmovedoras de mi vida, visité un par de veces BCIC. (Bohol Crisis Intervention Center). Tuve la oportunidad de conocer a las chicas ahí, sus historias me rompieron el corazón, ya que no podía creer sus experiencias de vida traumáticas y ver cómo han sido capaces de seguir adelante, y cómo viven la vida al máximo, se han convertido en una inspiración para mí, y una motivación para ver el mundo de una manera tan positiva como ellas lo hacen. Esta experiencia me enseñó a entender que con fe siempre hay esperanza. Fue tan difícil decirles adiós a las niñas porque yo sentí que hicimos una conexión muy especial y sólo puedo pedir por ellas, desearles una vida llena de bendiciones, sintiendo que las llevo conmigo en mi corazón.

La vida aquí en Filipinas es muy diferente a la de Guadalajara, México, pero sé que cuando llegue a casa por todo lo vivido aquí lo veré con ojos diferentes. El impacto en mi vida que esto ha hecho es más grande que las palabras. Las relaciones personales que he ganado son probablemente mis mayores tesoros de esta experiencia. No creo que haya palabras que puedan expresar mis sentimientos.

Dejo atrás a una familia que me acogió con los brazos abiertos y las mejores sonrisas que jamás había visto, desde el primer día sentí que era parte de ellas y ellos. Nunca me sentí fuera de lugar… Gracias hermanas MMB, maestros y estudiantes en Mercedarian School, personal padres de las y los alumnos y, a cada persona que conocí y compartí un instante.

En mi corazón me llevo grabado algo muy especial de cada una/o de ustedes. Creo que mi corazón se va aquí más grande que cómo llegó ¡Por eso les digo gracias a todas y todos! He vivido tantas experiencias diferentes aquí que, es muy difícil explicarlas todas, pero créanme, cuando digo que esto definitivamente ha sido una huella muy marcada en mi vida, sé que será una parte de mí siempre. Una experiencia inolvidable que valoraré eternamente.

Nicole Cueva Osete,
Voluntaria del Instituto de la Vera-Cruz

“PREPARANDO NUESTRO PESEBRE INTERIOR”

Previo a nuestra Eucaristía de Navidad, todas alumnas de nuestro colegio el Instituto de la Vera-Cruz, realizaron una preparación en este tiempo de Adviento al cual desde el Departamento de Pastoral nombramos: “Preparamos nuestro pesebre interior”. Nuestro punto de partida para esta preparación fueron las consignas que se trabajan en el nivel de preescolar: comparto, obedezco, ayudo y sonrió, mismas que se adecuarían a las características y etapa de desarrollo de las alumnas.

Las educadoras en la fe fueron las responsables de preparar lo necesario para el trabajo de las consignas en sus tiempos clase, cerrando cada semana con un fruto que escribirían o dibujarían las alumnas en una tira de papel (o tela) simbolizando la paja que forma el pesebre donde recibiremos a Jesús. Desde las clases se retomaron los elementos a los que nos invitan las consignas, el sentido del Adviento y las actividades institucionales que están relacionadas como lo es la Campaña Solidaria Navideña.

Durante el proceso en el Adviento en cada nivel escolar se colocó un pesebre a la vista de todas las alumnas donde iban a estar colocando los frutos de la preparación de su pesebre interior, estos frutos serían parte de la ofrenda en la Eucaristía de Navidad.

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El equipo de Educadoras en la fe de Primaria, preparó en conjunto con el personal del nivel coordinaron los cantos que las alumnas interpretarían en la misa de Navidad. Con la capilla decorada, un pesebre en el que se les daría la bienvenida a María, José y Jesús (caracterizados por unos padres de familia de Primaria), acompañados por pastoras y algunos animalitos, fue como de manera especial celebramos previamente la Navidad como Comunidad Educativa.

La estudiantina de Primaria, en conjunto con las maestras de música y Eli Inzunza, nos animaron la celebración con cantos nuevos que invitaban a vivirnos en un ambiente de fiesta y de esperanza en la llegada de Jesús. Como parte de las ofrendas, se entregaron los frutos que se trabajaron en la preparación del Adviento con todas las alumnas y el personal del colegio. Con una homilía en relación al Evangelio de Lucas, el P. Horacio Pérez, Javeriano, fue retomando aquellas actitudes en las que se vivían en la espera de Jesús… “Vayamos pues” y “Todos los que escucharon a los pastores, quedaron maravillados de lo que decían”. María, guardaba todos estos acontecimientos y los volvía a meditar en su interior”. Es momento de renovarnos, de esperar con alegría.

En este mismo ambiente de fiesta, al finalizar la Eucaristía las alumnas de Primaria, y Secundaria presentaron unos villancicos y posteriormente compartimos buñuelos y ponche para las personas asistentes. Toda una celebración en familia.

Natalie Alonso Olmedo
Coordinación del Departamento
de Pastoral Integral

“LO ESPECIAL DE ESTA EXPERIENCIA”

El Instituto de la Vera- Cruz, las alumnas de 4°del grupo “B” de Primaria, tuvieron su experiencia en lo que este ciclo escolar hemos nombrado “Iniciación GRUMMER”, experiencia que tiene como propósito acercarlas a través de un primer contacto, a otras realidades, específicamente con los adultos mayores. Con esta experiencia promovemos la preparación para la experiencia de GRUMMER una vez que se integren en el nivel de Secundaria.

Compartimos dos experiencias de nuestras alumnas luego de esta visita:

“Me sentí muy feliz de que pudiera alegrar el día de esas personas que sufrieron de muchas situaciones difíciles. Me dejaron ser parte de una vida muy difícil y pesada y también saber el trabajo que les cuesta ser una gran persona, aun con sus dificultades.

Me alegro mucho que el hermano de Patrocinio, aunque no estuviera en el asilo la visitara en su cumpleaños, tan solo eso me hizo sentir que esas personas, aunque tuvieran 60-80 años son las más especiales del mundo, no existen otras personas más especiales que ellas”.

Roberta Ferro Uribe

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“Mi visita al asilo me dejo varios sentimientos. Me sentí triste porque vi varias señoras solas, tristes, abandonadas y enfermas. Pero en el fondo, estaba muy contenta, porque pudimos ayudarlas y les alegramos un ratito su día.

Y lo especial de esta experiencia, no fue solo visitarlas, sino poder ayudar y acompañarlas, pero sí es muy triste porque están solas y casi nadie las visita”.

Natalia Bricio Camacho

“CAMPAÑA SOLIDARIA NAVIDEÑA”

Con el propósito de promover en las alumnas y personal de nuestro Instituto de la Vera-Cruz mayor involucramiento en la “campaña de despensas” del colegio y hacer que esta actividad sea un espacio formativo, este año la campaña cambio de formato y de características.

Primero nos dimos a la tarea de elegir un nombre que englobara nuestra acción misionera para este tiempo de Navidad en respuesta a las necesidades específicas de cada uno de los centros con los que colaboramos desde el GRUMMER y el Servicio Social; dejando de ser entonces la campaña de despensas para ser “Campaña Solidaria Navideña”.

Las alumnas de Secundaria y Preparatoria en conjunto con las asesoras de Servicio Social y educadoras en la fe de secundaria, realizaron una investigación de las necesidades de cada uno de los centros, de tal manera que, dicha información nos diera la pauta para distribuir dichas necesidades en los cuatro niveles educativos y el personal del colegio; además de que se realizaron presentaciones con las características de los centros para darlas a conocer en los cuatro niveles y así, las alumnas conocieran un poco más de la realidad de los centros.

Artículos de limpieza, de aseo personal, ropa, calzado, despensas, pañales para adulto y niños/as, medicamentos, cubre colchones, cobijas, entre otros, fueron los artículos que se nos solicitaron.

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Las educadoras en la fe, se organizaron con sus grupos y las direcciones para promover la participación de las alumnas y el personal; se cuidó que la repartición de centros y necesidades fuera equitativa y en atención a las características de las alumnas. La respuesta por parte de ellas fue increíble, propusieron aportar más de lo que acordaban en un inicio, los PPFF de preescolar estuvieron dispuestos a reunir más despensas de las que a ellos les correspondía, el personal fue cooperando en el transcurso de las semanas, las educadoras motivaban y daban seguimiento de manera constante a los avances de sus grupos hasta alcanzar la meta trazada.

Se promovió que la entrega de artículos fuera realizada por las mismas alumnas y personal del colegio, por lo que las educadoras y alumnas se organizaron para previo a salir de vacaciones la entrega se realizara, siendo lo propio por una parte del personal.

Escuchar a las alumnas luego de la entrega de artículos, ver involucrado al personal y la propia respuesta de las alumnas, nos ha dejado una gran satisfacción por el resultado, y no por el resultado en sí, sino por la capacidad de entrega, compromiso y servicio por parte de ellas. Fuimos testigo de cómo ellas mismas vivieron el Carisma Redentor en la entrega a esta actividad que supuso muchos cambios y ajustes en el proceso, pero que han valido la pena al ver los resultados.

Pedimos a María de la Merced que como Comunidad Educativa podamos seguir siendo luz y merced para estos centros y las personas que atienden, y que a nosotras/os como Comunidad, nos siga acompañado en hacer vida nuestro Carisma.

Natalie Alonso Olmedo
Coordinación del Departamento
de Pastoral Integral