“NUESTRA EXPERIENCIA COMO VOLUNTARIAS”

Nosotras empezamos a conocer algunas de las misiones de las MMB desde muy pequeñas, pues las dos entramos al colegio desde 1ro de Kínder, y desde ese entonces nosotras ayudábamos de alguna manera, participando en el UNDOKAY. Pasando el tiempo, comenzamos a darnos cuenta de que podíamos involucrarnos en la Misión no solo al participar en el UNDOKAY, GRUMMER y JUMMER… a raíz de que voluntarias anteriores nos compartieron algunas experiencias y descubrimos que también podíamos ser parte de otras misiones fuera de Guadalajara.

Nuestra primera experiencia como misioneras fue en 1ro de Preparatoria, cuando se nos presentó la oportunidad de participar en misiones de Semana Santa con las y los jóvenes de JUMMER. Desde este año, nos dimos cuenta que, ser misioneras es algo que nos gusta y que verdaderamente nos llena el corazón.

Ya estando en 3ro de Preparatoria, la Hna. Licha Obregón nos volvió a presentar la opción de irnos como voluntarias seis meses al terminar los estudios. Al principio muchas compañeras teníamos la inquietud de vivir esta experiencia, pero poco a poco el número de voluntarias se fue reduciendo hasta que quedamos solamente cuatro. Ya una vez decididas, comenzamos a tener reuniones para conocer más a fondo el Carisma Mercedario y las labores que llevan a cabo las hermanas en las diferentes misiones, y en el transcurso, se decidió que dos voluntarias irían a Perú y nosotras dos a Guatemala, así fueron pasando los días y cada vez estábamos más preparadas para irnos.

El día 10 de agosto fue el día en que nos despedimos de nuestras familias y amistades para comenzar nuestra experiencia como voluntarias en la Misión de Colomba, Guatemala. Las dos estábamos muy nerviosas pero al mismo tiempo muy emocionadas por llegar. Desde el primer momento en que llegamos, nos hemos sentido incluidas en la Comunidad de las hermanas, donde la primera semana fue un proceso de adaptación y de comenzar a conocer a las personas y Colomba.

La gente nos ha recibido con un mucho cariño, pues ahora nosotras somos parte de la comunidad de las Mercedarias y a ellas les tienen un inmenso agradecimiento por su labor aquí en Colomba desde hace ya muchos años. Recibir este cariño por parte de la gente ha sido para nosotras una gran bendición, pues nos han mostrado el rostro de Jesús de distintas maneras. En el poco tiempo que llevamos aquí, nos ha impresionado la manera en que la gente se entrega a servir a Dios y lo generosas/os que son, ya que dan su tiempo y lo mejor que tienen.

img-colegio_01

En estos días que llevamos aquí, hemos realizado diferentes actividades, como por ejemplo, ayudar en el dispensario, ir a visitar enfermos con ministras de la comunión, hemos convivido con las niñas y niños del Sector de la Merced, dándoles clases de matemáticas y español, hemos participado en IGER- Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica, al ir los domingos como ayudantes de maestras/os de distintas materias. También somos parte del grupo de jóvenes JUMMER, con quienes hemos realizado diferentes actividades como encuentros, visitas, y otras actividades recreativas como por ejemplo ir a cenar juntas/os, ver películas, celebrar las fiestas patrias, entre otras. Gracias a todo esto nos hemos ido adaptando poco a poco y nos hemos sentido muy aceptadas y acogidas por la comunidad.

Los días se nos han ido volando, pues siempre tenemos cosas que hacer pero verdaderamente estamos disfrutando de todas las actividades que hacemos aquí, pues todas nos han dejado algún aprendizaje y un muy buen recuerdo. Sabemos que los meses que vienen nos van a ser de mucha ayuda, pues seguiremos creciendo tanto como personas, como en nuestra fe.


Daniela Molina y Paloma Enrigue,
Voluntarias 2015

img-colegio_01

“AGRADECERLO DESDE EL CORAZÓN”

He tenido el gozo de participar en el taller de “Crecimiento personal en clave indígena”, ha sido del 9 al 20 de septiembre en CEFAS- Centro de Ejercicios Espirituales de Formación Apostólica y Social, lugar muy acogedor y conocido por nosotras las MMB.

Comenzamos con una ceremonia maya a la entrada del Centro para acogernos y recibirnos. Al día siguiente recorrimos el lugar para “sentirnos en casa” y dejar que algo del entorno te escogiera, yo encontré una corteza gruesa de árbol, me sentí identificada con ella por sus dos extremos, el rugoso que aunque húmedo y deslucido, acogía algunos animalitos en ella y el de dentro, liso y bonito que representaba mi interioridad.

Fuimos haciendo muchos ejercicios que compartíamos en nuestro “grupo de vida” y posteriormente en plenario. En mi grupo estábamos seis personas, yo era la mayor y el resto bastante jóvenes, esto no fue ningún obstáculo para poder comunicarnos en profundidad, aprendimos mucho de las y los demás.

img-colegio_01
img-colegio_01

img-colegio_01

Yo en concreto, aprendí a “entender y valorar, su ser maya, su manera de actuar y de pensar”, con una paciencia, un interés y una acogida de “la palabra de cada persona”, que me hizo reflexionar en las situaciones en las que yo recibo y escucho a la gente, bastantes veces lo hago con prisa, “porque tengo otros pendientes que atender”. Siento que necesito dar todo el tiempo que sea necesario a cada persona.

Nos enseñaron los códices mayas, su interpretación y cada una/o de nosotras/os elaboró su propio códice, yo les enseño uno de mis dibujos.

Aprendí también a reconciliarme conmigo misma, con mi familia, con mi vida. A valorar todo lo que he recibido, y agradecerlo desde el corazón.

Tuve presente a todas las personas que me han acompañado y ayudado a cimentar mi vida, mi ser, mi vida de fe, mi vocación misionera MMB.

Agradezco a Vico sj, quien fue acompañante en este taller y es especial conocido de varias hermanas. Agradezco a su equipo, que nos condujo con tanto respeto y cariño en este difícil proceso de enfrentarnos con nosotras/os mismas/os y con la realidad hemos vivido.


María Micaela Reynoso, MMB

“FE Y POLÍTICA”

Desde esta invitación: “Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Las laicas y laicos cristianos deben trabajar en política”, el Papa Francisco motivó el tema del Encuentro Juvenil en el que las y los jóvenes se sintieron invitados a introducirse de una manera más consciente y comprometida en la política. El tema que tratamos fue sobre “Fe y Política” y para dicha actividad nos dimos cita en la comunidad de Santa Eulalia, Chuvá, que se encuentra como a 2 horas del casco urbano de Colomba.

Estuvimos alrededor de 75 jóvenes compartiendo, animándonos con las dinámicas y reflexionando mucho en torno al voto responsable, en torno a las elecciones, aquí en Guatemala. Fue muy enriquecedor ver a una juventud interesada por este tema, sobre todo a raíz de los cambios sociales que han surgido en Guatemala durante los últimos meses, en ese despertar de la población que exige a sus gobernantes la transparencia de sus acciones y respuesta a las necesidades de la población.

img-colegio_01

img-colegio_01

Analizando la realidad del país y el sentir de la juventud, llegamos a la conclusión de que un mejor país es posible sólo si todas y todos actuamos de manera más responsable, si procuramos vivir la justicia y si practicamos la paz unida al bien común de las personas. Aprendimos que un voto vale más que cualquier interés personal y por eso es necesario cuidarlo, reflexionarlo y emitirlo en favor de todas y todos.

Al finalizar la actividad y después de todo lo compartido, tuvimos un espacio de animación que cerró nuestra reunión motivando a las y los jóvenes a darle sentido a sus vidas, procurando en todo, unir sus deseos a los de Jesús, que supo pasar por el mundo haciendo el bien, compartiendo su alegría siendo Buena Noticia para la humanidad.

El broche de oro fue un pequeño almuerzo compartido y hacia las cuatro de la tarde regresamos cada quien a sus comunidades para seguir compartiendo todo lo vivido en este día.


Nora Angélica Gómez Mares, MMB