“MARÍA DE LA MERCED, MADRE DE MISERICORDIA”

En Colomba, Guatemala hay dos comunidades que celebran a Nuestra Señora de la Merced, una es la “Comunidad Agraria Las Mercedes” y la otra es el “Sector de la Merced”, esta última, es la que está formada por las casas que se construyeron para las personas damnificadas por el huracán “Stan”, ellas y ellos están muy agradecidos con las Mercedarias que hemos sido canal para que tengan esas casas seguras contra las grandes lluvias de Colomba.

Las dos comunidades, nos invitaron a celebrar un día de la novena de la Merced con ellas y ellos. Así que, esto formó parte de nuestra preparación al gran Día de la Merced. El día 22 fuimos a la Comunidad Agraria, la hermana Lilliam celebró y yo hablé sobre “María Madre de Misericordia”. Hubo bastante partición a pesar de las lluvias torrenciales que están cayendo y después de la celebración, ofrecieron a todas las personas presentes un refrigerio.

El día 23 fuimos al Sector La Merced, quienes han hecho grandes progresos en su capilla que, al principio, era de bambú y ahora, ya está edificada con puerta y ventanas, falta el piso, pero siguen con mucho entusiasmo pensando en otras actividades que puedan realizar para finalizar la construcción. Ahí, la hermana Pau llevó la celebración y yo hablo también de “María Madre de Misericordia”, pero adaptando la reflexión a ellas y ellos como una comunidad unida, que progresa en tener su espacio arreglado y acogedor. Presentaron muchas ofrendas desde su pobreza, las que les hemos agradecido con todo el corazón.

Así, el día 24, tuvimos en comunidad una oración de “Laudes” muy solemnes y luego nos dedicamos a arreglar en la Iglesia parroquial, el altar dedicado a María de la Merced y la alfombra de aserrín que fueron elaborados las y los jóvenes de JUMMER- Juventud Misionera Mercedaria, con las Voluntarias Ani y Magui y junto a la hermana Pau. Los arreglos florales fueron muy bonitos en rojo y blanco.

Por la tarde a las 7 de la noche fue la Eucaristía organizada por nosotras las MMB. El coro lo conformó JUMMER entonando cantos mercedarios los cuales ensayaron con mucho esmero. La homilía del sacerdote fue muy buena, resaltando la actividad misionera de la Orden de la Merced y pidió para que las MMB tengamos santas y buenas vocaciones. Finalmente, agradeció nuestro trabajo apostólico en la Parroquia y al terminar la celebración, ofrecimos chuchitos, una especie de tamalitos con café.

Esta festividad fue realmente una buenísima experiencia comunitaria parroquial y MMB.

María Micaela Reynoso, MMB